Historia - ayto-cangasdeonis
Historia
Paleolítico
De la presencia del hombre en el concejo de Cangas de Onís, existe constancia desde el periodo Paleolítico, las excavaciones arqueológicas en las numerosas cuevas del Concejo nos dan una idea aproximada de sus formas de vida. Destacan por su aportación al arte:
Cueva del Buxu
Se encuentra a unos dos kilómetros de Cangas de Onís dirección a Covadonga tras tomar un desvío a la izquierda, próxima al pueblo de Cardes.
Descubierta en 1916, conserva pinturas y útiles datados en el periodo Solutrense (Paleolítico superior), hace 18000 años. Los restos encontrados indican que la cueva se ocupaba a principios de los veranos por cazadores - originarios de la costa probablemente- especializados en la caza de ciervos y cabras, así como pescadores de salmón.
De los restos encontrados, destaca la escultura de un ave realizada en un colmillo de oso de las cavernas.
En las pinturas de las paredes, además de figuras abstractas, merecen destacarse las figuras de cabras grabadas en la roca o pintadas en negro, dos hermosos caballos grabados con gran detalle y un gamo.
La conservación del arte rupestre de la Cueva del Buxu, exige cuidados excepcionales. Por ello SOLO SE PERMITE LA ENTRADA DE 25 PERSONAS AL DIA, EN GRUPOS DE CINCO.
Cueva de la Huelga
Se encuentra a unos cinco kilómetros al sureste de Cangas de Onís, en un valle recorrido por el arroyo de La Brava (al lado del pueblo de Narciandi).
Las aguas de este arroyo son las que originaron un complejo sistema kárstico de galerías subterráneas que hacen necesarios equipos y conocimientos especializados para recorrerlas.
Al abrigo de la gran visera rocosa que constituye la boca de la cueva, vivieron grupos de cazadores durante casi todo el Paleolítico Superior.
Las excavaciones arqueológicas realizadas han puesto de manifiesto la importancia de la ocupación magdaleniense, (hace unos 14000 años). Los restos hallados, indican la presencia a principios de los veranos de cazadores especializados en ciervos.
Entre los restos encontrados, destacan las puntas fabricadas en asta de cérvido, una colección de colgantes realizada sobre dientes y huesos de animales, una tibia de ciervo con tres cabezas de cierva grabadas en su superficie y una flauta que constituye el más antiguo instrumento musical de la región.
La cueva permanece cerrada actualmente.
Cueva de los Azules
Emplazada en Contraquil, junto Cangas de Onís. Se trata de un conjunto de abrigos rocosos frente a la desembocadura del río Güeña en el río Sella.
En la cueva de los Azules, destaca el hallazgo del enterramiento de un varón, realizado hace unos 9500 años, que actualmente se conserva en el Museo Arqueológico de Oviedo. Junto al cadáver, se encontraron diversos objetos personales propios de los cazadores-recolectores de la región, así como restos de comida. Entre estos últimos destacan conchas de moluscos traídos desde la costa. .
La cueva permanece cerrada actualmente.
Neolítico
Varios siglos más tarde, durante el IV milenio A.C, los pobladores neolíticos levantaron grandes estructuras funerarias.
Del periodo Neolítico, hay constancia en las cuevas de Salamuda, Trespando y el Cuélebre, así como los dólmenes de Santa Cruz y Abamia.
El dolmen de Santa Cruz -único que se conserva- consta de cinco grandes piedras que forman la cámara dolménica y otras dos que inician la galería, destacando su decoración pictórica y grabados. Los dólmenes de Abamia han desaparecido tan solo se conserva la losa principal en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid pasando a denominarse “El ídolo de los ojos” por la figura antropomorfa grabada en él.
De la Edad del bronce se hallaron restos en la cueva del Cuélebre, en Santianes y Güerañu.
De la época Romana llegan noticias de este territorio llamado “Cánicas”, ocupado por pueblos vadinienses, enemigos de Roma, y a cuya dominación se resistieron durante décadas refugiándose en los Picos de Europa. Finalmente sucumbieron bajo el peso del imperio y se dejaron influir por la cultura dominante, encontrándose en el territorio de Cangas abundantes lápidas funerarias que demuestran como los pueblos locales adoptaron tanto la lengua como la religión y costumbres romanas.
Recuerdo de la presencia romana es el llamado Puente Romano de la ciudad pues, aunque medieval en su apariencia actual, seguramente sustituye a otra de época romana sobre el que pasaría una de las calzadas que comunicaban la zona centro de Asturias con Santander.
Se conserva un tramo de la calzada (Calzada de Piedrafita) en el valle de Cuerres.
Superada una etapa visigótica, Cangas de Onis cobra su mayor protagonismo histórico con la sublevación de Don Pelayo contra la invasión musulmana. Tras la victoria de Covadonga (722) Cangas se convierte una precaria corte de un incipiente reino que, con el tiempo se convertirá en el Reino de Asturias.
Muerto Don Pelayo (735) otros cuatro reyes más le suceden en su corte de Cangas durante 57 años, hasta que el Rey Silo decide trasladarse a Pravia, probablemente por motivos estratégicos, lo mismo que a la muerte de Alfonso III, sus descendientes deciden trasladar la corte a León, lugar mejor posicionado para el gobierno de un Reino cada vez más extenso.
A partir de este momento Cangas entra en el olvido durante más de ocho siglos, por supuesto no exentos de noticias( fundaciones monásticas, representaciones en las cortes, visitas de delegados reales…) Hay que esperar al trágico suceso de la destrucción del Santuario de Covadonga en 1777 para que se preste de nuevo atención al “solar de la Nación Española” como se le denomina a Covadonga. La larga recuperación del Santuario, hasta entrado el siglo XX será prácticamente el nexo de unión de los grandes acontecimientos de la historia local e los últimos siglos.
Se suceden las visitas reales de Isabel II, Alfonso XII, Alfonso XIII, Juan Carlos I y Don Felipe de Borbón (proclamado aquí como Príncipe de Asturias). También el Cardenal Roncalli (antes de ser elegido como Papa Juan XXIII , visita el santuario, al igual que S.S. Juan Pablo I.
La celebración del XII aniversario de la Batalla de Covadonga en 1918 es escogido como el momento de la creación del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, primero de los parques españoles.
Y en 1978, recuperadas las libertades democráticas, se celebra simbólicamente en Cangas de Onis la constitución de la Junta General del Principado de Asturias, recogiendo el testigo de la histórica institución para convertirse en el símbolo de la representatividad democrática de ls Asturias del S. XXI.